Espejo Carlos

Los grandes ventanales con rejas ornamentadas dejan entrar mucha luz en los elegantes salones de las nobles casas de campo o villas urbanas. Las puertas que conducen directamente al exterior permiten acceder a los cuidados parques a través de la amplia terraza, y las ventanas francesas otorgan a las habitaciones un encanto propio. Un principio fascinante que este espejo ha hecho suyo, cautivando de inmediato a todos con su encanto nostálgico. Como si un ambicioso artesano hubiera descubierto en algún desván la ventana francesa de una antigua villa y la hubiera transformado en una sensacional pieza de joyería con toda su habilidad y atención al detalle. Con los elementos decorativos elegantemente curvados y los cuarterones en la parte inferior, el espejo copia el exitoso principio de la puerta francesa, pero en lugar de revelar la vista exterior, refleja el interior de la habitación. Con atractivos efectos visuales. Puede hacer que las habitaciones pequeñas parezcan más grandes, los pasillos estrechos más anchos y más espaciosos. Pero tanto si lo colocas en el salón, el dormitorio o el vestidor como en la entrada de la casa, este espejo es un adorno que no se ve en cualquier sitio. Sobre todo porque la pátina antigua, con sus entrañables marcas desgastadas, acentúa el carácter histórico del espejo.