Vintage

Vintage: un estilo de interiorismo tan versátil y lleno de matices como la propia vida. ¿Te fascina la idea de sentarte en una icónica silla voladiza de la Bauhaus, diseñada en los años veinte? ¿Tus libros descansan en una delicada estantería tipo escalera de los años cincuenta o en una elegante estantería «cube» de los setenta? ¿Te apetece una mesa en forma de riñón, suavemente redondeada, y unos vinilos de rock’n’roll? ¿O eres un apasionado del colorido mobiliario pop art y prefieres relajarte en un puf de los años setenta? El estilo vintage es siempre un emocionante viaje a través del tiempo, y tú eliges dónde detenerte y sentirte como en casa. Este estilo de interior es elegante en todos los sentidos.

¿Sabías que este término inglés originalmente hacía referencia a un vino de calidad excepcional o a una cosecha sobresaliente? En sentido figurado, «vintage» significa «exquisito, venerable, consagrado», y con el tiempo comenzó a aplicarse a coches y muebles clásicos, hasta que la tendencia vintage alcanzó también el mundo de la moda a principios de este milenio. El detonante fue Julia Roberts, cuando apareció en los Oscar con un vestido de Valentino de su colección de 1982, marcando un hito en el resurgir de la moda vintage. Un acontecimiento sin precedentes que despertó un renovado interés por los clásicos del diseño del siglo pasado. Vintage se refiere, por tanto, a objetos valiosos que representan de manera auténtica la esencia de su época o década.

Siguiendo esta filosofía, los diseñadores de muebles y productos del movimiento Bauhaus se dedicaron a reducir las formas a lo esencial y a crear un lenguaje de diseño atemporal, estableciendo así bases fundamentales que han inspirado a innumerables generaciones de diseñadores. Como resultado, el mundo de los muebles de época se nos revela con una variedad casi increíble. Ya sea una silla, una mesa, un sofá o una lámpara, con diseños angulosos u orgánicos, los objetos siempre destacan por su construcción clara y sus formas sencillas. Por ello, poseen una belleza atemporal que siempre desprende un toque de exclusividad.

Los muebles vintage también representan una expresión tangible de los avances técnicos y de las innovadoras calidades de los materiales del siglo XX. Los primeros diseñadores mantenían el enfoque en la funcionalidad de sus creaciones usando materiales ya probados, como la madera maciza, el metal y el cuero, pero los combinaban de forma innovadora. Por ejemplo, acero pulido combinado con cuero texturizado o finas varillas de metal negro junto a sólida teca. A mediados de siglo, sin embargo, el avance triunfal del plástico como material revolucionó por completo el mundo del diseño de muebles y productos. Un ejemplo icónico es la legendaria silla Panton, la primera silla de plástico creada en una sola pieza. Las sillas de fina malla metálica o la icónica silla Butterfly también aportan un toque único a las habitaciones, incluso en la actualidad.

Los íconos de estilo del siglo pasado mantienen su propia fascinación, y el mobiliario vintage impregna las habitaciones con un encanto nostálgico. Puedes lograr efectos especialmente interesantes al seleccionar unas pocas piezas individuales llamativas e integrarlas con destreza en tu espacio. Sea que tu corazón vibre con la Bauhaus, el Mid-Century o el encanto de los años setenta, al comenzar a amueblar, recuerda siempre que los muebles vintage con personalidad requieren su propio espacio para destacar.

En un salón de estilo vintage, el sofá se convierte en el centro visual más impactante y en ese refugio perfecto para relajarse al caer la noche. Un sofá de líneas rectas y robustas, con cuero envejecido que cuente historias, es tan perfecto para este ambiente como uno tapizado, de diseño sencillo, con patas finas e inclinadas con una generosa altura sobre el suelo. ¿O tal vez ya disfrutas cada tarde en ese sofá blanco o gris, de diseño sencillo, del que no deseas separarte? Coloca a su lado un sillón reclinable estilo Eames, el máximo emblema del estilo vintage. Una estantería abierta de metal y madera es, además, un complemento de elegancia indiscutible. O unas mesas auxiliares de metal y cristal que exhiben con orgullo el carácter que les ha dado el tiempo.

Atrévete a transformar tu dormitorio en un refugio vintage que evoque el estilo de vida de tiempos pasados. Quizás tengas la fortuna de contar con una cómoda o un arcón heredado de tus abuelos, perfecto para combinar con una cama de estilo moderno. Un sillón con el encanto atemporal de los años setenta estará más que dispuesto a contarte su historia o invitarte a disfrutar de su comodidad. Y, junto a él, una lámpara de pie inspirada en las clásicas lámparas Bag cónicas, añadiendo un toque de elegancia y nostalgia. Los espejos son un acierto en el dormitorio, especialmente si llevan marcos sobrios de madera o latón, que aportan calidez y sofisticación. Por supuesto, las fotos vintage en blanco y negro añaden un toque de nostalgia al dormitorio, creando una atmósfera que invita a soñar.

Refleja tu esencia con el estilo vintage: el ambiente especial de tu hogar no solo te enamorará a ti, sino que también cautivará a todos los visitantes de tu casa.